¿Puede causar granos el estrés?

Nuestra piel es el órgano más grande del cuerpo y refleja nuestro bienestar físico y mental. Quienes han experimentado acné y tienen la piel propensa a este problema saben lo estresante que puede ser.

En este artículo, analizamos cómo el estrés psicológico, ya sea por cuestiones personales o laborales, afecta al cuerpo en general y a nuestra piel en particular. Exploramos la relación entre el estrés y el acné, cómo puede causar o empeorar las imperfecciones, así como algunos consejos que podemos emplear para reducir el estrés y mitigar su impacto en la piel.

El estrés es una experiencia muy individual; para algunos puede ser un impulso, mientras que para otros se convierte en una carga. Cuando se siente como una presión, las reacciones varían: algunas personas se sienten abrumadas ante problemas aparentemente menores, mientras que otras se mantienen serenas frente a grandes dificultades.

En la actualidad, el estrés puede surgir de diversas fuentes. Entre ellas se encuentran las presiones psicológicas, la frustración laboral, los problemas en la vida personal, las dificultades con familiares o amigos y las enfermedades.

La presión aumenta constantemente a medida que las personas sienten la necesidad de cumplir con expectativas como estar saludables, hacer ejercicio, socializar y estar al tanto de la información, todo al mismo tiempo. Es evidente que muchos de nosotros enfrentamos una creciente dificultad para adaptarnos a estas demandas en constante aumento. Las consecuencias son palpables: el número de trastornos psicológicos que llevan al agotamiento total ha ido en aumento durante años.

El estrés puede afectar el metabolismo, causando dificultades para dormir, problemas digestivos, sentimientos de depresión o irritabilidad, y un estado de desequilibrio. Para muchas personas, no pasa mucho tiempo antes de que estos efectos se reflejen en la piel, que comienza a picar, enrojecerse y presentar imperfecciones.

El vínculo entre el estrés emocional y el acné ha sido reconocido desde hace tiempo, pero las investigaciones recientes sugieren que la ciencia ha subestimado el impacto que este estrés puede tener en la gravedad del acné.

Cuando experimentamos estrés, nuestro cuerpo genera hormonas (como el cortisol y los andrógenos adrenales), neuropéptidos (proteínas nerviosas como las endorfinas y la insulina) y citocinas inflamatorias (pequeñas proteínas que provocan inflamación) que afectan el funcionamiento de las glándulas sebáceas y pueden agravar el acné. Para obtener más información sobre las glándulas sebáceas, puedes consultar los artículos La formación del acné y Las causas y los agentes desencadenantes del acné. También puedes informarte sobre El acné y las hormonas.

Varios estudios, muchos de los cuales se han llevado a cabo mediante cuestionarios, indican que los pacientes con acné relacionan su condición con el estrés, siendo entre el 50% y el 80% los que coinciden en que el estrés agrava el acné.

El estrés también puede llevar a que algunas personas toquen las imperfecciones con los dedos, lo que puede propagar bacterias y causar más inflamación, agravando así los síntomas del acné leve. Este fenómeno se conoce como acné excoriado; para más información sobre este tema, puede consultar la sección titulada Los diferentes tipos de acné.

Una vez que se forman las imperfecciones, las investigaciones han demostrado que el estrés puede ralentizar la curación hasta en un 40%, lo que significa que las imperfecciones probablemente tardarán más en sanar.

Un estudio llevado a cabo por la Clínica de Dermatología de la Universidad de Stanford ha encontrado una correlación patológica entre el estrés crónico y el empeoramiento del acné. Durante períodos de mayor estrés entre los estudiantes, especialmente durante los exámenes, junto con la presión para obtener buenos resultados, se observó un aumento en la intensidad del dolor y una prolongación significativa en el tiempo de curación de las heridas. Además, también se agravaron los problemas de la piel.

Es muy probable que la piel grasa y propensa al acné muestre un aumento en la cantidad de puntos negros (comedones cerrados), espinillas (comedones abiertos) y granos cuando está expuesta al estrés. Para obtener más información sobre la aparición de estos distintos tipos de imperfecciones, puedes consultar el artículo La formación del acné.

Cuando el mundo a nuestro alrededor parece caótico, mantener la calma puede resultar complicado. Aquí hay algunos consejos que puedes implementar para conservar la serenidad:

Disminuir el estrés puede mejorar la calidad de vida. Vivir de manera más relajada ofrece numerosas ventajas. Por ejemplo, ¿sabía que unos 20 minutos de relajación pueden ayudar a acelerar la curación de pequeñas heridas? La relajación también favorece la regeneración de tejidos y contribuye a la reducción del dolor.

Pero, ¿qué entendemos realmente por "relajación"? Es un concepto subjetivo que puede tener significados diferentes para cada persona. Para algunos, escuchar música puede ser una forma de relajarse, mientras que otros pueden necesitar el silencio para desconectarse.

Puede ser útil distinguir entre los distintos tipos de relajación: física, emocional y cognitiva.

• Relajación física: se refiere a la reducción de la tensión muscular, la presión arterial y la frecuencia cardíaca, lo que provoca una respiración más lenta.
• Relajación emocional: implica experimentar una sensación de calma y bienestar, así como paz interior y serenidad.
• Relajación cognitiva: ocurre cuando tomas el control de los procesos mentales que están aumentando su ansiedad, lo que resulta en menos estrés y una mayor conexión con la realidad.

El estrés se presenta cuando alguno de estos aspectos está desequilibrado. Es importante señalar que el estrés no siempre es negativo; es parte de la vida. Por ejemplo, no podrás alcanzar tus objetivos si te encuentras en un estado de relajación física, y el estrés cognitivo puede ser motivador para algunas personas en ciertas situaciones. Sin embargo, el estrés constante en la vida diaria no es saludable. Es esencial identificar la combinación de relajación física, emocional y cognitiva que te beneficia y buscar alcanzar ese estado con mayor frecuencia.

1. ¿Eres demasiado crítico contigo mismo?

¿Cómo te percibes? ¿Tienes expectativas poco realistas sobre cómo te ven los demás? Reflexionar sobre estas preguntas puede ayudar a asegurarte de que no eres demasiado severo contigo mismo. Muchos culpan a los medios de comunicación por establecer estándares de belleza inalcanzables, lo que puede generar un gran estrés, especialmente si tu piel tiende al acné.

Recuerda con frecuencia que nadie es perfecto. Enfócate en tus fortalezas, celebra tus logros y evita dedicar demasiado tiempo a lo negativo. Este paso puede ayudarte a ser más feliz contigo mismo, sentirte más a gusto con los demás y disminuir las posibilidades de sufrir acné debido al estrés.

2. Meditación

Para muchas personas, la meditación es una solución efectiva contra el estrés cognitivo cotidiano. La palabra "meditación" proviene del latín "meditatio", que significa "pensar" o "reflexionar profundamente". Meditar implica desconectarse, escucharse a uno mismo y concentrarse en el cuerpo, especialmente en la respiración. Es crucial encontrar un lugar donde te sientas verdaderamente cómodo y puedas meditar en paz.

3. Entrenamiento autógeno

El entrenamiento autógeno es una técnica que te permite regular la respiración y el ritmo cardíaco, así como relajar el cuerpo a través de órdenes verbales. A veces se compara con la hipnosis y consiste en una serie de seis ejercicios que requieren tiempo y práctica para dominar, pero que pueden resultar efectivos para lograr una relajación profunda, manejar el estrés crónico y prevenir los puntos negros y espinillas provocados por el estrés.

4. Yoga

El yoga combina movimiento y descanso, lo que puede tener un efecto positivo y relajante en tu bienestar físico y mental. También puede ser beneficioso para tu piel. Con solo unos pocos ejercicios diarios de yoga, se pueden obtener resultados sorprendentes, y muchas personas que lo prueban continúan practicando a lo largo de su vida.

5. Consigue un sueño reparador

Cualquiera que haya experimentado irritabilidad y mal humor después de una noche sin descanso sabe lo importante que es dormir bien para la relajación y el equilibrio. Tu piel también necesita dormir para recuperarse y regenerarse. Estudios han encontrado que la falta de sueño puede favorecer la inflamación, una de las causas del acné.

La cantidad de sueño que necesitas depende de tus necesidades individuales, aunque generalmente se considera que entre seis y ocho horas es lo ideal. Aquí hay algunas sugerencias para lograr un sueño profundo y reparador:

- Asegúrate de que tu habitación esté completamente oscura.
- La temperatura ideal debe estar entre 15 y 18 °C.
- Usa tu cama solo para dormir; evita trabajar, ver televisión o navegar en la computadora en la misma habitación.

6. Relájate más en el trabajo

El entorno laboral se vuelve cada vez más rápido y complejo. Se espera que realicemos más tareas en menos tiempo, y la presión de estar "siempre disponible" puede ser abrumadora. Esto puede llevar a muchas personas a sentirse mal, frustradas y estresadas, lo que a su vez puede causar brotes en la piel. Intenta sobresalir en tu trabajo sin dejar que el estrés te afecte. La clave para maximizar la productividad y minimizar el estrés es planificar tu día de manera que tengas una estructura clara y sepas cuándo trabajar y en qué. Además, trata de tomar descansos breves a lo largo del día.

7. Date un día de bienestar

Encuentra un ritual de bienestar que te ayude a reducir el estrés y permítete disfrutarlo cada vez que la presión se vuelva abrumadora. Este ritual puede incluir un baño relajante con una mascarilla facial, una sesión de autocuidado, una visita mensual a un spa, a una sauna, a baños termales o masajes regulares. Sea lo que sea, dedica tiempo a sentir tu cuerpo y tu mente en ese momento. Esto te ayudará a aliviar la tensión, revitalizar tu espíritu y prevenir el acné causado por el estrés.

8. Mantente activo

Todos conocemos la sensación de bienestar que se experimenta después de un largo paseo o una carrera al aire libre: nuestra mente está alerta, sentimos vitalidad en el cuerpo y nuestra piel luce fresca y radiante. El ejercicio no solo beneficia al cuerpo, también mejora nuestro estado de ánimo al liberar hormonas de la felicidad que promueven la calma y fortalecen la autoestima. Para más información sobre este tema, consulta "Acné y deporte".

El "entrenamiento de 7 minutos", desarrollado por científicos del "Human Performance Institute" en Orlando, Florida, consiste en 12 ejercicios para todo el cuerpo. Es intenso y se puede realizar fácilmente en casa. Puedes encontrar más información en línea sobre este método y diferentes aplicaciones que te ayudarán a mantenerte en forma.

9. Una alimentación saludable

Una dieta equilibrada puede ayudar a tu cuerpo a enfrentar mejor el estrés. ¿Qué debería incluir tu menú? Alimentos naturales, equilibrados y ricos en nutrientes, así como una buena cantidad de productos frescos. Estos alimentos aportan las vitaminas y minerales necesarios durante períodos de estrés. Evita el café, el té, el azúcar y las bebidas energéticas, ya que tienden a estimular en lugar de relajar.

Comer saludablemente es especialmente importante para quienes sufren de acné.

10. Equilibrio entre trabajo y vida personal

El equilibrio entre trabajo y vida personal es fundamental para evitar la insatisfacción y el estrés a largo plazo. Puede que no sea un problema a corto plazo descuidar un área, pero a largo plazo, este desequilibrio puede causar insatisfacción. La gestión del tiempo suele ser crucial, así que evita quedarte atrapado en actividades que consumen tiempo innecesariamente, como consultar redes sociales, actualizar un blog o navegar por Internet. Establece prioridades claras para facilitar la distinción entre lo importante y lo trivial.

<sup>1 The Effects of Relaxation Before or After Skin Damage on Skin Barrier Recovery: A Preliminary Study, Robinson, Hayley MSc; Jarrett, Paul FRCP, FRACP; Broadbent, Elizabeth PhD, Psychosomatic Medicine: October 2015 Volume 77 Issue 8 p 844-852 

*1 Impact of psychological stress on acne. Jović et al. Acta Dermatovenerol Croat 2017; 25(2): 133-141
*2 http://www.gostress.com/stress-facts/
*3 Marucha PT, Kiecolt- Glaser JK, Favagehi M. Mucosal wound healing is impaired by
examination stress. Psychosom. Med. 1998;60:362-5.
*4 http://jamanetwork.com/journals/jamadermatology/fullarticle/479409</sup>